Un beso travieso encuentra
tu boca su loca
inconsciencia
agita
tu pecho
te quita
el estrecho
vendaje de encaje que cubre
tu alma. La calma que antes
tuviste
no existe
ahora: la hora de amar
ha llegado,
al hado
que envía
el deseo
lo veo cercano lanzando su arcano
en pos
de tu piel.
Yo bien sé que ahora es difícil mantenerse fiel.