Lo que verdaderamente distingue a la antigüedad clásica es su carencia del concepto de tiempo tal y como nosotros lo entendemos, en esas capas que separan el pasado inmediato del pasado remoto. Por eso es posible su mitología y esa cosmología tan humana y mítica a la vez: porque los hombres que habían vivido cinco siglos atrás no se diferenciaban gran cosa de los dioses, ni en presencia ni en posible realidad.
Nada hay de extraño, pues, en que los dioses contiendan con los héroes en la obras de Homero. O en el existencialismo que tanto y tan bien nos define.
Después de los clásicos, sólo el romántico supo prescindir del tiempo. Y estaba loco.
Nada hay de extraño, pues, en que los dioses contiendan con los héroes en la obras de Homero. O en el existencialismo que tanto y tan bien nos define.
Después de los clásicos, sólo el romántico supo prescindir del tiempo. Y estaba loco.
Rebienvenido a tu blog...:-) Siempre gusta leerte.
ResponderEliminarLos antiguos... Ya sabes: el tiempo era agua. Y en el agua todo es posible.
Un beso.
Bienaventurados los peces, porque no son siervos de la estadística
ResponderEliminar:-))))
Gracias Ana, a ver si me estabilizo en algún lado
Muy bonito, pero no creo que sea cierto. Si buscas un poco encontrarás un buen montón de citas clásicas referentes al paso del tiempo, a la imperdurabilidad de las obras humanas, etc.
ResponderEliminarTempus fugit, amiguete...
No es radicalmente cierto, amigo Settembrini, pero sí en la medida en que no existen cronologías clásicas, o son muy raras.
ResponderEliminarEl tiejpo como escalera, o como estantería, es algo moderno.
Me parece a mí que los antiguos lo veían más como océano, tal dice Ana
Un placer verte por aquí.
saludos
Nada, nada, yo creo que lo veían más como un río. Un río que no sabemos dónde desembocará. "Dum loquimur, fugerit inuida
ResponderEliminaraetas: carpe diem, quam minimum credula postero."
Carpe diem, por si las moscas...
Un río, cedo.
ResponderEliminar¿Pero se molestaban ellos en buscar las fuentes de ese Nilo?
Que no se pierda nadie el enlace al que llevan las palabras Carpe Diem de Settembrini.
Vaya, vaya. No pensaba yo que lo del "carpe" les diera a algunos para tanto. El fornicio omnipresente... Bueno el enlace, sí. Besos.
ResponderEliminardigamos la proxima vez "Carpe pectorem" y vayamos al grano.
ResponderEliminar:-))))