Por aquí pasó Trajano en Triunfo... |
¿Y qué hicieron por nosotros los romanos? Tranquilos, que no voy a repetir la broma de la vida de Brian, pero creo que es forzoso aludir a los puentes, los acueductos y el derecho romano algo que a menudo olvidamos: su capacidad para burlarse del poder establecido y mantenerlo en su sitio.
Y es que hay que hay que conocer a la gente: los romanos convirtieron en diosos a sus emperadores no para adorarlos mejor, sino para tener la blasfemia más a mano y poder lanzarla contra personajes conocidos y cotidianos en lugar de contra señores barbudos encaramados a una nube. Blasfemar contra un ser todopoderoso es ridículo y poco práctico, pero blasfemar contra el que hasta hace poco era tu vecino y se ha convertido en dios resulta mucho más interesante. Y mucho más higiénico mentalmente, ¡dónde vamos a parar!
Para conocer su civilización y el modo de vivir de los romanos no hay nada mejor que echar un vistazo a los grafitis pompeyanos, enterrados dos mil años en las cenizas del Vesuvio, y reírse con ellos. No voy a repetirlos aquí, porque son sobradamente conocidos, pero se los recomiendo a quien aún no los conozca. Hay una edición muy buena en Gredos, creo recordar.
De entre todos ellos, de todos modos, recuerdo una pintada que decía algo así: "Vota a Marco Cayo para procurador". Y alguien escribió debajo: "El que robó las alforjas a su padre mientras estaba cagando".
Lo que sí quiero reproducir como ejemplo de broma pública, es una dedicatoria satírica al triunfo de Trajano que leí hace tiempo. Era de Novio, si no me falla la memoria, un poeta romano que sabía cómo dirigirse al poder y cómo dar buenos consejos. Y sin escudarse en seudónimos Esto era lo que decía:
“Si al volver de tus campañas militares en triunfo recibes el aplauso y las aclamaciones de los ciudadanos, si cubierto de laureles y perfumes te paseas por las calles, y si luego, ya en tu casa, te desnudas ante el espejo y encuentras un segundo par de testículos, no te enorgullezcas ni te creas elegido por los dioses: simplemente te están dando por el culo”
Insuperable, ¿no os parece?
Lo que sí quiero reproducir como ejemplo de broma pública, es una dedicatoria satírica al triunfo de Trajano que leí hace tiempo. Era de Novio, si no me falla la memoria, un poeta romano que sabía cómo dirigirse al poder y cómo dar buenos consejos. Y sin escudarse en seudónimos Esto era lo que decía:
“Si al volver de tus campañas militares en triunfo recibes el aplauso y las aclamaciones de los ciudadanos, si cubierto de laureles y perfumes te paseas por las calles, y si luego, ya en tu casa, te desnudas ante el espejo y encuentras un segundo par de testículos, no te enorgullezcas ni te creas elegido por los dioses: simplemente te están dando por el culo”
Insuperable, ¿no os parece?