alabanzas al perdedor


Tanto se ha extendido la lírica y la estética del perdedor que a veces le da a uno vergüenza haber conseguido algo y no ser uno más de los que se arrastran por ahí convaleciendo de sus guerras perdidas, sus proyectos fracasados y sus amores traicionados.
Ir a la guerra luce poco, y me alegro, porque la guerra es una actividad asquerosa; pero lo que me llama la atención es que, una vez se ha pasado por la trinchera, lo verdaderamente chic es perder, rasgarse las vestiduras y sufrir mucho.
En literatura es casi una plaga: el personaje interesante, el que verdaderamente atrae la atención del lector, es el que no tiene dónde caerse muerto, sufre todas las injusticias y trata de imponerse a su desgracia. Que trate de imponerse es estupendo, pero es que la mayoría de los autores hacen hincapié, mucho hincapié, en esa desgracia. Y luego, encima, te dicen que es literatura social para concienciarte de algo, cuando yo, lo que veo, es un absoluto abandono al morbo. Un morbo, que por cierto, tengo aún por investigar en su filiación y procedencia.
Desde que Dickens descubrió lo que vendían los huerfanitos, las mujeres abandonadas y la gente pasando frío bajo la niebla, hay gente que no se baja de la burra ni a tiros.
Así, acabaremos deseando inconscientemente que todo sea una mierda para que componga mejor cuadro.
Y eso, creo yo, es una incitación al suicidio como otra cualquiera.
O peor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente post.
Especialmente dañinos han sido los escritores tipo Buckoski y su pseudo-poesía de garrafón para engañar adolescentes.

Saludos

Javier Menéndez Llamazares dijo...

Eso lo dices con el premio gordo debajo de brazo, claro.
Pero los que no aspiramos ni a la pedrea, algo tendremos que contar, ¿no?
Esa estética del perdedor es el reverso (tenebroso) de la cultura del éxito.
Un abrazo.

Filisteum dijo...

Tenebroso sí que es, no digo lo contrario, Javier.

A mí me suena a publicidad de crematorio, la verdad :-))

Y en cuanto al premio gordo, te aseguro (aunque no hace falta) que siempre dije estas cosas. A lo mejor el premio gordo vino de no hacerle ascos. :)))

Filisteum dijo...

Hola Wininger. A esa gente de la que hablas es a los que Nietsche llamaba los sepultureros, ¿no?

Atinado, el gran poeta.

cuakerboy dijo...

si, puede que tengas razon... o será que como dice javier es el reverso (tenebroso) de la cultura del exito... o solo sea que somos mas los que perdemos porque hoy ganan los pocos a costa de los muchos... o porque queremos desmentir aquello de que la derrota es huerfana... o vaya uno a saber