La espina de la amapola


Cuando ves un novela como esta, con una cruz gamada en la portada, lo primero que piensas es que los nazis van a ser los malos y que van a perder al final, de una manera o de otra. Pero aquí no. El autor no sólo explica por qué llegaron al poder sino que a veces tienes la impresión de que lo considera natural. Y aunque al principio choque, es un cosa que se agradece y mucho, porque estaba ya un poco cansada de leer que un país como Alemania se volvió loco de repente y los votó en las elecciones.
En ese sentido La Espina de la Amapola es lo más original que he leído ambientado en la época, por las cuestiones que se atreve a plantear y por la honradez con que lo hace, sin miedo a separarse de lo que se supone que hay que decir.
La tesis parece ser que las naciones no se vuelven locas de repente, y que si un pueblo con la tradición cultural de Alemania votó en las urnas a un individuo como Hitler tuvo que ser por alguna razón muy grave. Y de eso va la cosa. De eso, y de que por primera vez se impone la prohibición sobre el consumo y tráfico de drogas, que hasta ese momento eran libres. Las prohibiciones, como siempre, generan mafias, y ahí es donde se arma el gran lío, porque a mucha gente le parece buena idea aprovechar la cantidad de morfinómanos que dejaron los hospitales de la I Guerra Mundial para enriquecerse vendiéndoles morfina.
La historia en sí es entretenida, a ratos divertida, a ratos tierna y a veces un poco brutal. Hay un poco de todo, desde el excombatiente chiflado que no acabas de saber si es un romántico o un psicópata, a un adivino paralítico y rencoroso, a una chica de alta sociedad, rica pero fea, que se muere de soledad viendo cómo su padre no admite a ninguno de sus pretendientes.

amapola
El mejor sin duda es el comisario protagonista, que nunca llegas a saber de qué pie cojea, porque el autor consigue hacer simpáticos a los malos hasta hacerte dudar de qué te gustaría que pasase. Y el final es bestial, uno de esos finales que encajan y que no tienen que traerse por los pelos como aquel de Abre los Ojos, de Amenábar.
Como novela policiaca, muy buena. Como novela histórica sobre el nazismo, de lo mejor que he leído.
A veces es un poco bestia, pero si no lo fuera no sería real.

Julia Manso

10 comentarios:

Exlucifer dijo...

OIGA.... QUE EL OTRO DÍA LA YUYU SE EMPEÑÓ EN COMPRAR EL LIBRO ÉSTE!!!!!

ESPERO QUE SEA COMO LOS BUENOS SUPERMERCADOS, QUE SI NO GUSTA SE LE DEVUELVE EL DINERO!!!!!

PAA SER SINCERO, YO LEERLO, NO CREO QUE LO HAGA, PERO, POR LO MENOS LO COMPRAMOS, QUE ALGO ES ALGO.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho la entrevista, mozo.

Ha sido como volver a oirte en aquel bar. Natural como la vida misma :-)

Besos y mira el correo, que ya di señales de vida :-)))

Glory dijo...

Hará unas dos horas he cerrado el libro tras leer la última frase. Ese final que me ha dejado sin salir esta tarde a tomar unas cervecitas porque desde la mitad del libro me cautivó el desenlace, las tramas, los giros y los personajes.

Increíble el personaje de la Elisa, podría ser de otra forma, y es como es... Lammers: raro, no se sabe de que pie cojea, si se apoya de vez en cuando en el pie bueno. Y el comisario, como dice ese artículo, es el personaje estrella.

Las ubicaciones en la historia y en el tiempo me parecen muy acertadas, muy bien explicadas. Al igual que las mafias, los bandos, y los pertenecientes a cada una.

De verdad. Un libro escogido al azar en la librería del pueblo donde veraneo se ha convertido en un buen libro. Muy buena elección por mi parte jaja.

Felicidades al autor

P.D- he dado con este blog buscando en google curiosidades del libro. cosa que no suelo hacer tras leer otros libros

Filisteum dijo...

Muchas gracias, satanás.

Afortunadamente, los escritores cobramos los libros vendidos y no los leídos, pero al final acabará usted picando. O eso, o no es un demonio comoe s debido.

Saludos a la Yuyu e incluso a usted.

Filisteum dijo...

Hola rocío.

Acabaré reasomando. Tiempo al tiempo

arrrrrrrrrrrrhggghhhhh

Filisteum dijo...

Gracias, Glory. Da gusto qu ete digan estas cosas. Es lo que anima a escribir.

Lammers es el típico Melmoth, si te sirve la pista: el malo que se enternece sin dejar deser malo.

Müller es el bueno al que nadie querría encontrarse.

Y la pobre chica es la quea todos nos gustaría salvar.

Cóctel de romanticismo negro, o eso intenté.

Gracias de nuevo y besos

Anónimo dijo...

Simplemente genial!

enhorabuena!

Anónimo dijo...

hola primo, me han gustado mucho los libros; las historias bien contadas, los personajes cercanos... es el tipo de libro que me gustaría saber escribir.

gracias por las horas entretenidas pasadas en el tren.

Filisteum dijo...

Gracias Antonio.

Lástima que desvelaras que eres de la familia, coño...

:-)))

Anónimo dijo...

-chasquido de lengua.

mmm.

siento mucho haberlo hecho.

recuerdos :-)